El agravio de los asesores con el IVA: gratis para fondos y un 21% a particulares.
La democratización del asesoramiento, la pérdida de influencia de la gran banca, los consejos certeros para todos… Estos eran algunos de los mensajes que se lanzaron con la creación de un nuevo actor en el mercado: las empresas de asesoramiento financiero (EAFI). Con un estatus inferior a las agencias y las sociedades de valores –estas tienen acceso al dinero, a diferencia de las eafis–, su misión principal es aconsejar y guiar a particulares y sociedades en sus inversiones financieras.
La puesta de largo fue a inicios de 2009, a través de una circular de la CNMV que concretaba la definición reflejada en la primera edición de la directiva europea sobre mercados e instrumentos financieros Mifid. Ocho años después, el éxito deja bastante que desear, con un total de 166 a cierre de junio. Su cantidad está estancada desde las 162 del segundo trimestre del año pasado.
La segunda derivada llegó unos años más tarde, cuando una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló en marzo de 2013 que los asesores de las instituciones de inversión colectivas, ya sean fondos o sociedades de inversión de capital variable (sicav), estaban exentos de pagar el impuesto de valor añadido (IVA). En España tributan al tipo general del 21%.
En el fallo se indica una directiva europea que especifica que está exenta de este impuesto “la gestión de fondos comunes de inversión definidos como tales por los Estados miembros”.
La sentencia concluye que “los servicios de asesoramiento sobre inversión en valores mobiliarios prestados por un tercero a una sociedad de inversión de capitales o gestora de un fondo de inversión están comprendidos en el concepto de gestión de fondos de inversión”. Por ello, no cabe que se les aplique el IVA. Una consulta a la Dirección General de Tributos española de 2015 ratifica esta situación.
Fuentes del sector reconocen que esta mayor carga impositiva supone en la práctica una discriminación para el particular que quiere utilizar los servicios de una EAFI. Una solución es poner fin a este agravio comparativo y cambiar la legislación para que también estén exentos de pagar el IVA los pequeños inversores usuarios de eafis.
Desde Economistas Asesores Financieros, presidido por David Gassó Puchals, organismo del Consejo General de Economistas, se ha pedido que los clientes puedan deducirse los gastos de asesoría en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) o parte de los mismos. Lo mismo ha solicitado la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi), según publicó El Economista.
(Cinco Días, 03-10-2017)